Amarte fue como encender una lámpara en una habitación vacía, creyendo que su luz te convencería de quedarte. Pero al final, solo logré iluminar tu camino de partida, y ahora estoy aquí, apagándome lentamente, esperando ese último destello y deseando que esta oscuridad transitoria se desvanezca, para poder encontrar mi propia salida.
-Diario del Escritor Anónimo.
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