El viento del tiempo no hace distinciones; sopla sobre todos por igual, desgastando nuestras huellas. Al final del día, solo queda el eco de lo que fuimos. Así que camina ligero, deja que otros también encuentren su paso, y recuerda que, como las hojas caen del árbol sin prisa, nosotros también debemos aprender a soltar.
Hay un momento en que la búsqueda externa se detiene. Más que un triunfo, es un instante que te atraviesa como un cuchillo. Te das cuenta...
Todos llevamos una grieta por dentro, aunque la pintemos con sonrisas. Es esa pequeña fisura la que nos recuerda, al final del día, que...
En este preciso momento, soy como una radio mal sintonizada: solo emito ruido y estática, pero quizás todo lo que necesito es que alguien...
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