La soledad es como un cuarto cerrado donde los días pasan en silencio, no por la ausencia de otros, sino por la incapacidad de estar con nosotros mismos. El verdadero temor no es el vacío, sino el eco de nuestros pensamientos, esa presencia constante que nos recuerda que, en el fondo, aún no hemos aprendido a soportar nuestra propia compañía.
top of page

bottom of page
Comentarios