La compañía desarrolló unas placas de vidrio capaces de guardar 100 gigabytes con el objetivo de almacenar la mayor cantidad de música en caso de que la humanidad colapse.
La música ha sido fundamental en la construcción de la humanidad. Es muy probable que esta fuera la primera forma de arte que descubrieron nuestros antepasados y no existe cultura del mundo en la que no exista la música. Esta se ha usado para todo, desde ayudarnos a lidiar con nuestras emociones, hasta acompañar revoluciones y cambios sociales importantes. Nos entretiene, nos asombra, nos acompaña, nos alegra, nos entristece y por eso es vital pensar en la forma en la que podremos conservar la música para las generaciones futuras.
Por eso Microsoft y la empresa noruega Elire Group unieron fuerzas para crear una bóveda del fin del mundo, similar a la que guarda las semillas de todas las especias de plantas conocidas, pero que preserve la memoria musical del planeta. Esto se hará gracias a unas placas de vidrio llamadas Proof of Concept (PoC), que serán codificadas mediante un láser para guardar cualquier tipo de formato digital.
Dichas placas podrán ser leídas a través de algoritmos de inteligencia artificial, podrán guardar hasta 100 gigabytes y se almacenarán en la bodega que protege las semillas, la cual está en Svalbard al norte de Noruega.
Si bien la idea de guardar la música del mundo en caso del apocalipsis es muy buena, trae el dilema de qué música se va a guardar porque hasta ahora la idea de Elire es unirse con el Consejo Mundial de Música (sí eso existe), cuya base está en París, para ver una estrategia global que forme comités que trabajen con cada nación, lo cual dependiendo del país puede funcionar o no, porque a la larga la música guarda la memoria de los pueblos y la memoria es algo que a veces se borra muy fácil desde el poder. Pero también está la idea de que la gente haga sugerencias, para que todos los sonidos posibles queden preservados en estos pequeños rectángulos de vidrio.
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